26 de febrero, sábado
El avión es como una capsula del tiempo. Volvemos al pasado, cinco horas atrás. La primera sensación al salir del avión es de calor y humedad. ¿Dónde he sentido lo mismo?, en Amsterdam, en el invernadero del zoológico de Amsterdam, pero ahora estoy en el Caribe, en Curasao.
Lo primero que hago es buscar asociaciones con el mundo que conozco, qué tiene de España, qué tiene de los Países Bajos. En esencia se parecen poco. El sonido de los pájaros es diferente, la luz es diferente, los colores, la gente, las casas, las piedras son diferentes.
27 de febrero, domingo por la mañana
En las playas hay piedras, corales petrificados. Es increíble su color y el de la arena, casi blanco. Son piedras con formas orgánicas, es fascinante su estructura, tan compleja, fina y diversa. Es un disfrute verlas y dibujarlas, parecen hechas de ganchillo. Intento imaginar como este coral petrificado fue cuando vivía en el mar. Su forma está llena de estrellas.
27 de febrero, domingo por la tarde
En la isla hay muchas iguanas. Cuando acabas de comer en la terraza, no aparecen hormigas sino iguanas de 50 cm de largo, que recogen las migajas. Su piel está llena de formas y texturas complejas, verdosas. Las dibujo para comprender su imagen e interiorizarla. Dibujando consigo entender su cuerpo, las formas, imagino como viven y la razón por la que su piel es tan particular. Son feas y son hermosas, las estructuras de colores en su piel, parecen hechas con el ordenador, tienen algo muy moderno.
La isla esta llena de tortugas marinas. Las tortugas tienen la misma forma en su piel que las iguanas, divididas en fragmentos, como los mosaicos del modernismo. Se mueven con gran facilidad en el agua, y con lentitud en la tierra.
La isla está llena de cactus. La parte baja del bosque esta cubierta por cactus, sorprendente.
28 de febrero
La luz es aquí realmente diferente, inmensamente intensa, parece atravesar las hojas de la palmeras y cambiar sus colores. El verde está lleno de amarillo. Las sombras de sus hojas sobre la arena son fina y se mueve ligeramente como bailando. A veces es la luz tan intensa que tienes que cerrar los ojos.
Sobre el mar vuelan grandes pájaros, pelícanos, vuelan buscando peces fácil de ver atreves de las aguas cristalinas. El agua es muy transparente, no se si por su composición o por la luz. La luz parece atravesarlo todo, diluyéndolo, hace que las cosas brillen llenas de color o se hagan transparentes. Es el poder de la luz, los colores son acuosos, no hay grises que los oscurezcan, se acercan todo al blanco. ¿Cómo mezclar estos colores en mi paleta?
Texto, fotos e ilustración: Ángeles Nieto
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