El 22 de diciembre, a las 8 de la mañana, para mi empieza la Navidad. Pongo la radio española www.rne y el sonido del Sorteo de la Lotería de Navidad, me lleva a esos años de infancia, y al comienzo de unas vacaciones particulares con un árbol en el salón, adornos, comidas, mi cumpleaños, momentos de buenos deseos, compartir y estar juntos.

Todos los años se hace un anuncio para promocionar la Lotería. Suele tocar lo emocional, pero muestra el espíritu de este sorteo. Este año es por primera vez, un corto de animación. El protagonista es Justino, que trabaja como guardia de seguridad en una fábrica de maniquíes en el turno de noche. Justino está solo y nunca coincide con sus compañeros, pero inventa una manera de comunicarse con ellos y estos no le olvidan…

Creo que con este sonido, casi todos los españoles sentimos lo mismo, y desde que vivo en los Países Bajos, escucharlo tiene más importancia. Reconozco que es un sonido monótono, repetitivo y aburrido, pero me encanta. Mis hijos nacidos y crecidos en Holanda, por fin, sienten lo mismo ( perfecto, años me ha costado).

Además es una bonita tradición porque los decimos de lotería se intercambian entre amigos, familiares y compañeros de trabajo. Si ganas no lo haces solo, compartes la suerte con tu gente. Todas las tiendas, club, colegios… compran un número y en pequeñas porciones, quizás por € 1,-, se va vendiendo . Es muy normal que por ejemplo, todo el pueblo gane el “Gordo”, el primer premio. Entonces salen a la calle y celebran juntos su suerte. No son nunca cantidades de dinero elevadísimas, porque se ha repartido el billete en pequeñas porciones. El año pasado tuvo uno de los premios el número 00000, hay que atreverse a comprarlo.

La Lotería de Navidad es una tradición que empezó en 1892 y aun un 80% de los españoles la sigue. Incluso durante la guerra civil, cuando España estaba dividida, siguieron haciendo en cada bando su Lotería de la Navidad.

(Gracias Liesbeth por tu preciosa tarjeta de estrellas)

Fotos: Ángeles Nieto