Otro de sus secretos es la siesta.
Después de una siesta uno se siente nuevo, y hay que reconocer que el cuerpo muchas veces te la pide. De pequeña era para mi obligatorio y no siempre agradable, pero ahora pienso que es un invento perfecto.

¿Qué es la siesta?

Es una costumbre consistente en dormir un periodo corto después del almuerzo. La siesta nos ayuda a regular la temperatura corporal.

¿Quién se echa la siesta?

No solamente en España, sino también en más países del sur de Europa e Hispanoamérica se duerme al mediodía. También en lugares como Taiwán, Filipinas, India, Oriente Medio, África del Norte y China. Aquí el derecho a la siesta está recogido por su Constitución. Muchos oficinistas la duermen apoyando la cabeza sobre sus brazos encima de su escritorio.
La revista Neurology afirma que actualmente el 22 % de los alemanes, el 16 % de los italianos y el 15 % de los británicos se echan la siesta al menos tres tardes por semana. Los españoles, con un 8 %, ocupan la cuarta posición, parece ser que los mitos cambian con los tiempos.

Etimología

Siesta viene de la palabra latina hora sexta. Los romanos contaban las horas desde la salida del Sol, y corresponde esta hora sexta con la de la mitad del día, actualmente las 14:00 horas.

¿El por qué de la siesta?

Su razón de ser tiene una explicación biológica. Después de la comida, muy abundante en España, la sangre desciende del sistema nervioso al digestivo, lo que provoca somnolencia. Además en estas hora, sobretodo en el verano, es el momento que hace más calor, e incluso los animales retornan a sus guaridas y duermen.

Beneficios

Está demostrado que la siesta es muy sana. Mejora la salud en general y la circulación sanguínea y previene el estrés. Además, favorece la memoria y los mecanismos de aprendizaje. El cerebro necesita asimilar la información recibida durante el día. Es como recoger la mesa para poder seguir trabajando en ella y esto se realiza durante el sueño. Además hace posible que prolonguemos la jornada de trabajo al poderse resistir sin sueño hasta altas horas de la noche.

Claves para la siesta perfecta

* Siesta corta. El tiempo adecuado es de 20 a 30 minutos. Es importante no entrar en el sueño profundo, ya que este pone en marcha mecanismos cerebrales que nos hace retardar el ponernos en funcionamiento y además lo notamos en el sueño de la noche.

* Duerme con la ventana abierta o fuera a la sombra, favorece la oxigenación.
* Mejor sentado que reclinado. Esto favorece que la siesta no sea demasiado larga.

Hay que reconocer que la siesta no pasa en nuestra vida moderna, incluso para los españoles porque están cambiando los horarios de trabajo. Pero en las vacaciones o fines de semana es una perfecta opción.

¿Practicáis vosotros la siesta? ¿Qué os parece?

Más información: http://elpais.com/elpais/2014/08/01/buenavida/1406903304_278680.html

Ilustración y fotos: Ángeles Nieto