Los mercados en España, abiertos al aire libre, empezaron a cerrarse a finales del siglo XIX, principio de XX. Eran mercados municipales, muchas veces hechos con estructuras metálicas, material nuevo de construccion es esta época, arquitectura de hierro, con forma rectangular y entradas a los lados. Era un lugar para el comercio de alimentos, pero a la vez también cumplía una función social, encuentro del barrio.
Recuerdo de pequeña ir a él, esperar las colas mientras observabas los productos y oías las conversaciones sobre fiestas, enfermedades, recetas, trabajo, familia, de todo se hablaba allí.
El mercado refleja las necesidades de su sociedad. Con la aparición de los supermercados y los grandes almacenes comerciales, muchos de estos mercados terminaron cerrando.
En Madrid, tomando como referencia La Boquería en Barcelona, algunos de estos mercados se transformaron, añadiendo otras funciones. Ahora son centros culinarios, de calidad, especializados, de moda, donde se puede tapear, comer o incluso comprar libros.
En Madrid hay tres, todos santos, San Miguel, San Antón y San Fernando. En los tres puedes comprar alimentos. San Miguel, tiene una arquitectura tradicional reformada con un toque moderno, donde se puede también tapear, bastante turistico y nada barato. El segundo, es más de diseño, con un restaurante en la azotea, rico y especial. El tercero es el más alternativo, sin construciones espectaculares, el mercado de siempre con fruterias y tiendas de productos inesperados, como libros en una casquería.
En los tres se organizan conciertos y otras actividades culturales. En próximos posts os seguiré hablando de ellos.
San Miquel: Plaza de San Miguel, (al lado de la plaza Mayor)
San Antón: Calle de Augusto Figueroa, 24
San Fernando: Embajadores, 41
Illustración y fotografía: Angeles Nieto
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