Inspiración no existe, pensaba, trabajo si. Una visita a la exposición del artista Miquel Barceló, en la Fundación Caixa Forum de Madrid, me ha hecho cambiar de opinión.
Barceló es uno de mis pintores favoritos. Una exposición como esta inspira.
La base para  desarrollar ideas , maneras de trabajar y experimentar con nuevas técnicas. Son lienzos inmensos donde la materia tiene el protagonismo. Las imagenes son sencillas, la espontanedad y la casualidad están permitidas.

Me impresionó ver unos de mis cuadros favoritos , de su primer periodo, que únicamente conocia a traves de reproduciones en libros. “Giorgine a Felanitx” de 1984. Majestuoso en su formato, y pintado de una manera muy libre, donde las manchas de color, al tomar distancia, se transforman en crustáceos.
La idea de una escultura en bronce que también me gustó , “El craneo de Pinocho”. Es un craneo con una nariz larga. Es la prueba de que Pinocho existió.
Cerrando la exposición estaba el lienzo “La solitude organisative” (300cm x 400cm), donde la fuerza y la utilización del espacio en la composición te atrapa. Un gorilla, en tamaño natural, en un gran espacio blanco,  es su autoretrato.
Inspiración existe, no como algo misterioso, procedente de los dioses, si como energia como alimento para algo nuevo.

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