NOCHE DE SAN JUAN, NOCHE MÁGICA

La noche de San Juan y el solsticio de verano son noches diferentes y quizás mágicas.
El día de San Juan y con él su noche, tienen para mi un significado especial. Desde mi infancia en Madrid lo recuerdo como un día de fiesta, verbena, alegría y fuego.
En un viaje que hice a Cataluña coincidí de manera casual con esta fiesta. Vi como se celebraban en la playa, entre grupos de amigos y familiares, tirando petardos, con fuegos artificiales y hogueras.

Es esa época hice una serigrafía representando ese momento, “La Danza de la Luz”. Un baile en la noche roja, donde las estrellas del cielo y las estrellas de los fuegos artificiales se juntas. Agua, arena y cielo. Baile en círculo, con personas que abren sus brazos y en sus manos crecen estrellas, con peces que vuelan y la fertilidad de la vida representada en la tripa de la mujer desnuda.

En la noche de San Juan se mezclan tradiciones cristianas con tradiciones paganas.
Como festividad cristiana, se celebra el 24 de junio y conmemora el nacimiento de San Juan, seis meses antes del nacimiento de Jesús, el 24 de diciembre. Esta diferencia está señalada en los evangelios. Pero en las celebraciones actuales tienen sin duda una conexión directa con las festividades de la antigüedad ligadas al solsticio de verano, influidas por ritos precristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza. En estos ritos, el 21 de junio (el día mas largo del año), se suelen encender hogueras o fuegos. La finalidad de este rito era “dar más fuerza al sol”, que a partir de entonces irá “debilitandose” hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente, el fuego también tiene una función purificadora para las personas que los contemplan o saltan sobre él.

Esta fiesta se celebra en muchos puntos de Europa en España, Portugal, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia y Reino Unido.

En España, existen diferentes tradiciones, pero el fuego es común en todos ellas. Encontramos desfiles de antorchas en Albacete, quema de muñecos de trapo en Málaga, en Motril se piden 3 deseos escritos en papel que se lanzan al fuego y se tiran 3 cosas negativas al mar para que la marea se las lleve.
Famosas son las fiestas en Alicante, declaradas de Interés Turístico Internacional. En ella se realizan gigantescos monumentos de madera, cartón, corcho y pintura que contienen una profunda carga satírica, y en la noche de San Juan se queman.
En Asturias, a las doce de la noche, la gente se baña en el agua de las fuentes, ríos o playas, con la creencia de que serán bendecidos y el agua les traerá salud y les protegerá de las enfermedades.
En Cantabria, saltan sobre las hogueras, pisar las cenizas aún candentes, danzar a su alrededor, hacer pasar junto a ellas su ganado, o llevar el fuego por los campos de cultivo del pueblo para purificar la cosecha.
En toda Galicia se celebra la noche con ritos ligados también a la fertilidad y purificación. En La Coruña está declarada fiesta de interés turístico internacional. Toda Galicia arde de norte a sur y de este a oeste. Se levantan hogueras en cada casa, pueblo y barrio. La vista aérea es de miles de diminutos puntos repartidos por toda Galicia. Se dice que esa noche mágica se comunican el mundo del más allá con nuestro mundo. Es el momento de espantar los malos espíritus.
Se recogen plantas a las que se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras. Se considera que esas hiervas tienen beneficios especiales por ser el día con más luz del año, y su proceso de fotosíntesis (donde se convierte la material inorgánica en material orgánica gracias a la energía que aporta la luz) es más poderoso.
En cualquier caso, la fiesta de San Juan en un momento para celebrar y bailar “La Danza de la luz” www.angelesnieto.nl